Una mañana de ventanas abiertas por doquier
y yo sin poder escapar por ninguna de ellas.
Todas las ventanas me muestran posibles futuros.
¿Y dónde estoy yo?
Aquí, aquí estoy, en el vacío de mi vientre.
Justo encima del núcleo de la tierra.
En la primera respiración.
Las ventanas dan al último día de mi vida, y al primero.
No quiero, no quiero salir por ninguna.
No puedo lidiar con la oscuridad centelleante.
Porque después de la luz, estás tú,
al lado del Sol,
pero esta punzada que me tira del ombligo
deja un regusto de alas negras sobre mis ojos.
Cuando las plumas se eleven por el cielo que no es cielo,
y mis pies caigan sobre la tierra que no es tierra,
al lado de tu pecho que me empuja hacia afuera cada vez que lo toco,
no estaré yo.
📸Canva